Si el desafío de la temporada de fiestas decembrinas en 2020 era cancelarlo todo, en 2021 la dificultad es cómo volver a la acción.
El año pasado, Jeremy Wilcox y su esposo cancelaron su fiesta navideña anual. Con el aumento de casos de COVID-19, la pareja no podía imaginarse embutiendo a 40 invitados en su apartamento de una habitación en el vecindario Flatbush en Brooklyn. Pero este año, con la reapertura de la ciudad de Nueva York y las altas tasas de vacunación, ellos están listos para revivir la tradición, solo que a menor escala.
Redujeron la lista de invitados a 15 y el correo electrónico con la invitación parecía más una lista de protocolos para la COVID-19 que el anuncio de una fiesta. Les preguntaron a los invitados si se sentirían cómodos acudiendo a una reunión íntima, donde los adultos estarían vacunados y las ventanas estarían abiertas.
Todos parecían listos para celebrar. “Me encanta reunirme con amigos durante las vacaciones”, dijo Wilcox, de 42 años, un guía turístico de la ciudad de Nueva York. “Me gusta mucho la Navidad. Me entristeció mucho no hacerlo el año pasado. Estoy muy emocionado de volver a eso y de experimentarlo otra vez”.
Si la temporada navideña de 2020 fue el año para cancelar todo, 2021 implica descubrir cómo recuperar el ritmo. Hace meses que se celebran bodas y bar mitzvás, y las familias se reúnen para celebrar las fiestas con abuelos, tías y tíos. Pero los eventos sociales más pequeños con amistades (las reuniones de Acción de Gracias entre amigos, los cócteles y las fiestas de fin de año) avanzan con más lentitud, ya que tales reuniones a menudo se ubican más abajo en la lista de prioridades sociales.
A la ecuación hay que añadir el reciente aumento de casos y una nueva variante que quizás deba preocuparnos, con lo que algunos anfitriones e invitados podrían pensarlo dos veces antes de apiñarse en el apartamento de un amigo para tomar un rompope y algunos canapés. Los organizadores de eventos y las empresas de cáterin dicen que, hasta ahora, las fiestas se han reducido y las que sí se llevan a cabo se organizan sobre la marcha, con poca antelación.
“La gente quiere volver a vivir; quieren aprender a vivir con esto”, dijo Seri Kertzner, propietaria de Little Miss Party en Manhattan, quien alienta a sus clientes a que sus reuniones sean pequeñas y, si el clima lo permite, a celebrarlas al aire libre. “También tenemos que aprender a vivir con ello sin ser demasiado alarmistas”.
Así que hay nuevas reglas que un anfitrión amable debe aprender en medio de una pandemia. Hacer que los huéspedes se sientan cómodos ya no se trata solo de asignar lugares con letreros personalizados y cocteles exclusivos. También hay que ocuparse del desinfectante de manos, el espacio entre los asientos y los protocolos de vacunación.
Comunica las reglas básicas
Las personas tienen diferentes niveles de comodidad cuando se trata de la COVID-19. Así que sé directo y claro en tu invitación sobre tus estándares.
“El mejor anfitrión es el que brinda la mayor cantidad de información”, dijo Mary Giuliani, una empresaria de cáterin en Manhattan. “Cuanta más información mejor”.
Y agregó: “Todos estamos reingresando en diferentes etapas. Encuentro que es de verdad útil ser bien claro sobre lo que puede esperarse”.
Si la fiesta es en el interior, ¿estarán abiertas las ventanas? Si es así, recuerda a los invitados que traigan un suéter. Si el evento será sin cubrebocas, avisa a los invitados antes de que lleguen. Establece también tus reglas de vacunación. Si planeas restringir la lista de invitados a los que están completamente vacunados, díselo a los invitados y explícales cómo harás cumplir esa política. ¿Confiarás en ellos o revisarás las tarjetas de vacunación en la puerta?
Muchos anfitriones de eventos más grandes han requerido que antes de la fiesta los invitados se sometan a una PCR o una prueba rápida de COVID-19 y que traigan sus resultados con ellos. Puedes establecer las mismas reglas para una reunión más pequeña o solo sugerir pruebas antes de la fiesta; en especial, si algunos de tus invitados tienen un mayor riesgo de contraer una enfermedad grave. “Puedes simplemente decirle a la gente: ‘Justo antes, hagámonos todos la prueba para que podamos sentirnos a gusto, cómodos y capaces de pasar el rato juntos’”, dijo Amanda Hudes, organizadora de eventos y bodas en Nueva Jersey.
Incluso puedes contratar a una empresa privada para que haga una prueba a los invitados en la puerta. El costo dependerá de la empresa que contrates y del tipo de examen que elijas. Una empresa como A2Z Diagnostics en Eatontown, Nueva Jersey, que proporciona pruebas rápidas en el lugar y factura a las compañías de seguros, cobra 75 dólares por hora por cada empleado que trabaje en el evento. Según Jason Gross, su director de desarrollo comercial, una fiesta típica en casa requeriría uno o dos miembros del personal durante más o menos una o dos horas.
Para quienes buscan opciones más completas, Concierge Covid Testing, con sede en Boston, ofrece pruebas PCR y de antígenos en el noreste de Estados Unidos y otros lugares del país. La empresa cobra directamente a los clientes: 55 a 125 dólares por la prueba rápida, que está lista tras una espera de 10 a 15 minutos; y 125 a 225 dólares por pruebas de PCR cuyo resultado está listo en menos de una hora.
Espacio para socializar
Crea un ambiente que se sienta espacioso para que los invitados puedan esparcirse. Si cuentas con un espacio al aire libre, haz que sea accesible, incluso si la fiesta ocurre en gran parte dentro de la casa. Instala una fogata o calentadores al aire libre y ten asientos disponibles para que los invitados puedan respirar aire fresco. Si estás planeando una cena en el interior, no abarrotes las mesas y agrupa a las personas en función de sus hogares o con sus amigos más cercanos, en lugar de mezclarlos.
Crea rincones en el espacio donde las personas puedan permanecer solas o con otra persona con comodidad sin sentir que se están escondiendo.
“Es una buena idea tener las sillas separadas un poco, que haya desinfectantes disponibles y abrir algunas ventanas”, dijo Hudes. “Lo que sea que mantenga el aire fluyendo y de verdad la gente se sienta bien y cómoda entre sí y que tan solo puedan divertirse de nuevo”.
Si decides organizar un evento de invierno completamente (o en su mayoría) al aire libre, incluye una actividad como asar malvaviscos en una fogata. Hace poco, Hudes planeó un evento con una pista de patinaje sobre hielo temporal instalada en el patio trasero.
Recuerda la higiene sutilmente
Por muy tentador que sea colocar una mesa con embutidos, lo aconsejable es evitar los platos compartidos. En vez de eso, ofrécele a cada invitado un plato individual o una caja de aperitivos. Una cajita personalizada “es adorable”, dijo Kertzner. “Puede tener galletas saladas, queso, salami, lo que quieras poner. Y la envuelves con un lindo lazo”.
En lugar de servir bebidas mezcladas, ofrece latas individuales de cerveza, vino o de soda con alcohol. Si ofreces una selección amplia, los invitados estarán felices y tendrás menos vasos para lavar al final de la noche.
Saca botellas de desinfectante de manos para que los invitados se sientan cómodos. Deja algunas toallas de papel en los baños para que se sequen las manos después de lavarse. E incluso si organizas un evento sin cubrebocas, coloca una cesta de mascarillas desechables, en caso de que alguien se sienta ansioso durante la noche.
“Haz que todo sea sencillo”, dijo Kertzner. “Si al final resulta que quieren una mascarilla, aquí habrá una mascarilla”.
Y así podrás celebrar tu fiesta.